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Confesión del pecado de Israel

59 He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar,
ni se ha endurecido su oído para oír;
pero vuestras iniquidades
han hecho división entre vosotros y vuestro Dios
y vuestros pecados han hecho que oculte de vosotros su rostro
para no oíros.
Porque vuestras manos están sucias de sangre
y vuestros dedos de iniquidad;
vuestros labios pronuncian mentira
y habla maldad vuestra lengua.

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